Para empezar vamos a ver,¿que es la Influenza Humana H1N1?:
Es una enfermedad aguda de las vias respiratorias.Es curable y existen medicamentos para su tratamiento.
¿Cómo se contagia?:
El virus de la Influenza Humana H1N1 se trasmite cuando las personas enfermas estornudan o tosen frente a otra sin cubrirse la boca y la nariz, cuando comparten utensillos o alimentos, o bien, cuando saludan con la mano o con un beso. También se contagia por tocar superficies contaminadas con este virus, por ejemplo: manijas, teclados, teléfonos,barandales.
¿Cuales son los síntomas?:
Inicio súbito, fiebre superior a 38º, dolor de cabeza, dolor muscular y articulaciones, ataque al estado general y decaimiento, tos, escurrrimiento nasal, ojos irritados, dolor de garganta y se puede tener diarrea. Si presetás estos síntomas acudí a la unidad de salud más cercana para recibir el tratamiento adecuado. No te automediques. S i presentás dificultad para respirar, dolor de pecho, flemas con sangre y confusión o somnolencia, acudí de inmediato al hospital.
¿Qué medidas podemos tomar para no contagiarnos?:
Mantenerse alejados de personas enfermas, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón de preferencia líquido, si no se tiene utilizar jabón de barra en trozos pequeños; no saludar de beso ni de mano; no acudir a sitios de concurrencia masiva; no compartir alimentos, bebidas, platos, vasos o cubiertos; ventilar y permitir la entrada de sol; mantener limpias las cubiertas de baño, manijas, barandales, así como teléfonos, teclados de computadoras y objetos de uso común.
¿Qué medidas podemos tomar para no contagiar?:
Si presentás síntomas como fiebre alta, tos y dolor de cabeza no masistas al lugar de trabajo, estudio, étc., permanece en casa, usá cubrebocas y mantenete en reposo, cubrite la nariz y la boca con pañuelo desechable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar; tirá el pañuelo desechable en una bolsita de plástico.
Experiencia en estas dos semanas en casa:
La verdad es que se siente raro al principio porque parece que uno estuviera de vacaciones y le dan ganas de estar todo el día mirando la tele sentado en un sillón sin hacer nada. Pero, a lo largo de los dias te das cuenta que hay otras cosas más importantes que la tele o la compu...La familia. En estos dias que uno tiene que pasar en casa para evitar contagiarse por la gripe A, uno va disfrutando de esos lindos momentos con la familia que en un dia normal no lo puede hacer ya que, los padres trabajan y nosotros en el colegio; haciendo tarea y estudiando para pruebas. Después de varios dias los recursos de juegos en la compu se agotaron y recurrimos a juegos de mesa ya que se vuelve muy divertido cuando es en familia.También ayudando con las tareas de la casa como limpiar y ordenar las habitaciones (que es un trabajo muy pesado si ya pasaron varios dias; el desorden se acumula y uno no termina más de ordenar). Empezamos a tomar más conciencia en la higiene de las manos que antes no era tan frecuente; al principio teniamos a nuestros padres atrás nuestro diciéndonos: "lavate las manos, ponete alcohol en gel". Ahora ya es un hábito. Lo importamte es que al estar en un riesgo, como este caso de la pandemia, uno debe estar protegido y también aprovechar pasando un lindo y agradable momento con su familia.
domingo, 19 de julio de 2009
sábado, 18 de julio de 2009
Mi cuento favorito

CAPERUCITA ROJA
Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...
De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.
- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.
- A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.
- No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.
Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles.
Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo.
El lobo devoró a la Abuelita y se puso el gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada.
- Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!
- Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela.
- Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!
- Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo.
- Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
- Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita.
Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita. Pidió ayuda a un segador y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba.
El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.
En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.
FIN
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